Consejos para cuidar la voz y evitar la disfonía docente.

Sin lugar a duda la herramienta más importante para nosotros, los docentes, es la voz. Hablamos continuamente con nuestros estudiantes en el salón de clases y como tal, debemos tener un especial cuidado para en lo posterior evitar serios problemas de salud. Uno de los inconvenientes más comunes en nuestra jornada profesional es la disfonía, sea por diferentes motivos, entre los cuales podemos mencionar el uso no adecuado de la voz por falta de conocimientos para hablar de una manera adecuada o problemas físicos. 

La disfonía se define como un trastorno de la voz de duración corta o duradera de la ocupación vocal. Si presenta algunos de estos síntomas, es probable que tenga disfonía: carraspeo, ronquera o aspereza en la garganta; dolo agudo relacionado al uso de las cuerdas vocales; cambios de tono en la voz y en la habilidad para expresarse de manera oral.

A continuación se describen algunos cuidados para tener en cuenta en el cuidado de la voz, pero recuerda que si los síntomas persisten debes acudir inmediatamente a un especialista.

• Descansar lo suficiente, lo aconsejable son ocho horas diarias.
• Mantener una higiene constante de la boca y nariz. Recuerda tratar con el médico respectivo cualquier problema de alergia.
• En lo posible evitar el tabaco y bebidas alcohólicas.
• Beber abundante agua durante todo el día, antes y durante la hora clase.
• Realizar un reposo vocal de 10 a 15 minutos por cada hora de habla seguida.
• Sabemos que a los docentes nos gusta mucho socializar y conversar pero es necesario descansar la voz después de la jornada diaria y el fin de semana.
• Realizar ejercicios de respiración y modulación de la voz.
• No toser ni carraspear continuamente la garganta para aclarar la voz, mas bien beber agua.
• Evitar dar clases en ambientes contaminados de humo, polvo y ruidosos que le obliguen a forzar la voz.
• Mantener una postura correcta del cuerpo.
• Utilizar técnicas para captar la atención como palmadas, apagar la luz, utilizar una campanilla, cantar una canción, realizar ejercicios de relajación, entre otros que funcionan mucho mejor que dar gritos.
• No realizar imitaciones forzadas con la voz sin un previo entrenamiento.
• Si alguna estrategia metodológica aplicada en el salón de clases tiene que ver con el ejercicio físico, evitar forzar la voz mientras los realiza.
• Ir con el médico en caso de infecciones respiratorias para el respectivo tratamiento.
• Articular bien las palabras, evitar hablar con la boca semicerrada.
• Si existen algunos inconvenientes para mantener el orden y captar la atención de nuestros estudiantes simplemente elige un lugar donde ellos te puedan ver, siéntate y míralos. Entre ellos darán la voz de silencio.

Espero que estas sugerencias les sirvan.